Y fue una noche del 8 de abril del 2015 la que abriría la puerta a que este jóven paisa, de 25 años de edad se diera a la posibilidad de pensar en emprender, de soñar algo más que un simple trabajo, si no, por el contrario, empezar a forjar metas propias o mejor dicho, poner a funcionar sus sueños e ideas en pro de un mejor futuro.
Esa noche sin esperarlo gané una “simple” rifa en la cual diciendo el número “23” se me abrió la puerta a participar del ciclo 3 de startupsacademy donde espero con ansias encontrar un mundo donde se me faciliten las relaciones sociales, el abrir mi mente a un sin número de nuevas ideas y poco a poco, navegar por el mundo donde soñar “paga” y donde ser emprendedor no es un “simple” trabajo.
¡Oficialmente la aventura empezó!